miércoles, 20 de marzo de 2013

Tenochtitlán, la última batalla de los aztecas. José León Sánchez.



Después de leer varias publicaciones que intentan retratar el estilo de vida de los aztecas, es probablemente este trabajo de José León Sánchez el que mejor explica la gran organización militar que este pueblo mantenía y la majestuosidad que brillaba en Tenochtitlán.

Un imperio que nació, creció y se mantuvo como el más importante del mundo durante su época. La educación, los valores familiares,  la política y religión, todo giraba alrededor de una estructura militarizada. Tenochtitlán era en aquellos tiempos la ciudad más grande y poblada del mundo, todos educados, formados y nacidos no solo para pelear, sino para morir peleando, hombres, mujeres, niños, nobles, pobres, todos ansiaban morir peleando, para ser recordados con honor y para entrar al cielo de los guerreros. ¿Cómo es posible que un grupo reducido de españoles los hayan derrotado? Muchos creerían que fue gracias a la pólvora y el acero, adelantos que los nativos no conocían, pero no fue así.

La historia de Hernán Cortes, Moctezuma, Matla, Cuauhtémoc y otros señores guerreros.
Una historia que entretiene y da coraje al leerla. La ciudad más grande, maravillosa, hermosa y poderosa del mundo reducida a un nido de piojos y escombro.

Uno de los genocidios más injustos, inhumanos y despiadados de la historia universal. Un grupo de españoles sedientos de riqueza, cegados por sus ambiciones derrotó al mayor ejercito de los tiempos antiguos, todo debido a la gran diferencia que existía entre ambas culturas. Algo era claro, mesoamericanos y españoles no podían convivir en un mismo lugar.

La historia que siempre nos contaron de la conquista en la escuela primaria, pero esta vez desde el otro punto de vista, el de los derrotados, el punto de vista de los aztecas.

Mientras leía el libro la imaginación no me alcanzaba para visualizar aquella gran ciudad, la desaparecida Tenochtitlán.

Calificación 10 / 10

3 comentarios:

  1. Exacto, lo he leído y de verdad da coraje y aún no se porque. Matla mi preferida.

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    1. Gracias por tu comentario Angy. Claro que da coraje, la historia mexicana está llena de esos capítulos, es por eso que tenemos que inventar leyendas como las de los niños heroes para "alegrarnos" un poco la existencia.
      Saludos

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  2. Este libro lo encontre por casualidad. Y me sorprendio por como incluyen bastantes conversaciones de ambos bandos. Me gusto bastante.

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