El cierre de la trilogía. Un desenlace que todos los lectores de
esta saga esperábamos con ansias.
La historia
comienza con Diego Daza luchando con su enfermedad de creerse el dios Kukulkan,
encerrado en un hospital psiquiátrico, sin sospechar que es sólo un peón más en
el tablero de juego de Gregorio Urquidi, quien está planeando su venganza
contra quienes lo han traicionado.
La guerra ha
iniciado. Involucrando a la iglesia, redes de pornografía, narcotráfico y
políticos, han decidido la suerte de Gregorio Urquidi, su Alteza Serenísima
pierde poder, pero sus deseos de venganza en contra de Delfino Endoque, Diego
Daza y el historiador Gastón Peralta Moya, no han disminuido en absoluto.
Con el típico
cruce de la historia antigua y la actual, Antonio Guadarrama Collado nuevamente
nos da una clase de historia sin aburrirnos un solo segundo: La leyenda del
levantamiento de Tenochtitlán, la veneración a Huitzilopochtli, la migración y
separación de los habitantes del Aztlán son solo algunos temas.
Conoceremos a lo
largo de la historia nuevos personajes, quienes son descritos con la misma fuerza,
típica del autor y otros protagonistas que antes no habían tenido tanto peso y sin
embargo, ahora se vuelven cruciales.
Cuauhtli, la
revelación del águila es una lectura obligada para todos los que leyeron: Coatl y Balam
Probablemente el libro más flojo de los tres, pero aun así sin
desperdicio alguno.
El autor al final
parece dejar abierta la puerta para leer en el futuro una nueva aventura de Diego
Daza, ¿será? solamente Guadarrama Collado lo sabrá.
Calificación
8.5 / 10
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